Por fin terminó la larga travesía de una Alcalá de Henares sin toros. Esa fue la primera buena nueva en “La Estudiantil”. La segunda fue, sin duda, el gesto de Javier Cortés que, con la herida todavía fresca del día anterior, decidió cumplir con su cita en esta plaza. Pero hubo más, la Puerta Grande conseguida por un torero en sazón, como Román, y la buena corrida de Victorino Martín. Rafaelillo también cortó una oreja.
El buen saludo a la verónica de Javier Cortés al segundo marcó el camino de lo que sería la faena, pues el toro, con un buen pitón derecho, tuvo emoción por la seriedad de sus embestidas y por la sincera apuesta del madrileño. Ambos, toro y torero, se fueron afianzando en una labor maciza, con series rematadas y varios derechazos sensacionales, hondos y profundos. Intentó hacer lo mismo al natural, pero el toro se frenó y buscó por debajo de la muleta imposibilitando el lucimiento. Pinchó, pero la estocada al segundo intento le valió para la primera oreja del festejo. Al quinto había que esperarlo más, pero agradecía el temple con embestidas intensas y largas, con el cadencioso ritmo que siempre le impuso un Javier Cortés que está para grandes cosas. Cada muletazo fue mejor que el anterior, logrando varios derechazos de olé ronco y sentido. Por el izquierdo el toro fue otro, con peligro y sentido. El madrileño perdió los trofeos con los varios pinchazos antes de agarrar la estocada, pero el compromiso con el que asumió la tarde, a pesar de la herida reciente, ha sido enorme.
El triunfo grande sería para Román, otro torero en un gran momento. Aunque al tercero le costó humillar, tuvo la bondad suficiente para tomar la muleta y seguirla con recorrido y transmisión. Román, que había brindado a Javier Cortés, lo vio pronto para cuajar dos buenas series de derechazos. Pero la mejor vendría justo después, cuanto tomó las telas con la mano izquierda, por donde dejó tres naturales soberbios. El valenciano supo mantener el tono de la faena hasta el final para conseguir la oreja. Otra cortaría del sexto, un toro al que le faltó entrega, pero que obedeció y agradeció el buen trato y la apuesta de Román, que tiró de él con decisión. Varios derechazos tuvieron una gran dimensión.
“Hermenéutico” había tenido el honor de ser el toro que puso fin a la sequía de toros en este ruedo y desarrolló nobleza en sus primeros compases, a pesar de su corto recorrido y de revolverse pronto. Rafaelillo intentó estirar cada viaje sin conseguir obligarlo lo suficiente para obtener premio. Este caería en el cuarto, un toro de tan buena expresión como clase en sus embestidas: suaves si se las templaba, largas si se las mandaba y hondas si se las obligaba. Y Rafaelillo supo verlo por momentos, sobre todo al natural, en una labor de menos a más, rematada de una estocada.
FICHA:
Plaza de toros “La Estudiantil” de Alcalá de Henares.
Sábado 28 de agosto. Menos de media entrada en el aforo permitido.
6 Toros de Victorino Martín, parejos en su correcta presencia y de buen juego en general. Destacaron la clase del cuarto, el buen pitón derecho del segundo y la bondad del tercero.
Rafaelillo (rosa y oro): Ovación y oreja tras aviso.
Javier Cortés (grana y oro): Oreja y ovación.
Román (rioja y oro): Oreja y oreja. Salió a hombros.
Incidencias: Al finalizar el paseíllo se guardó un minuto de silencio en recuerdo a las víctimas del Covid-19. Javier Cortés fue obligado a saludar una ovación antes de la salida del primer toro. Antonio Molina saludó una ovación tras un buen tercio de banderillas al segundo.