El gran ambiente que se apreció en los tendidos de la plaza de Yepes se vio reflejado también en la arena, donde un gran Andy Cartagena, con cuatro orejas y un rabo, y la espectacular lidia de Leonardo, dos orejas y rabo, se fueron a hombros de los espectadores. Sólo el desafortunado uso de los aceros de Sergio Galán impidió el éxito total.